EL TRABAJO EMPRESARIAL
Hoy en día, el desempeño de las empresas se ven condicionadas por un rendimiento que se presenta retador por los problemas de la globalización, las crisis económicas que fluctúan y las nuevas formas de hacer negocio. Como ya se ha descrito en innumerables ocasiones las nuevas tecnologías han cambiado el panorama profesional y empresarial de una manera asombrosa. Las empresas, la economía y la vida familiar de cualquier persona se han visto sometidas a una profunda revisión que exige grandes retos a la hora de compaginar con esta nueva situación.
Paradigmas que anteriormente nos hacían funcionar de una determinada manera de hacer, en la era modernista y post-modernista ahora se presentan de una forma demandante de nuevas realidades. Es indudable que todo el mundo empresarial y el profesional necesitan de un re-encuadre generalizado que aporte mayor claridad y funcionalidad en proyectos y metas. Empresas que se encuentran en el dilema de la reorientación necesitan encaminarse hacia la ecología y la productividad que el momento actual requiere.
Hace unos años, los gurús más visionarios, emprendedores y CEOS de todos los sectores preveían la avalancha de cambios que se avecinaban, frases como “el panorama profesional será muy distinto a todo lo que conocemos hasta ahora”, estaban a la orden del día. Y toda esa revolución ha llegado y se ha instalado para quedarse. Muchas empresas lidian con la búsqueda de cambios necesarios para encausar su rumbo en este nuevo panorama.
Otros no lo han conseguido, han abandonado y algunos están en el intento. La precariedad y la baja retención del talento son algunos de los problemas con los cuales deben lidiar en este nuevo orden del día. La insatisfacción de este talento humano es uno de los parámetros que ya no pueden omitirse si se quiere conseguir una producción continuada y estratégica de resultados.
Algunas solo pueden adoctrinar y encarrilar a sus profesionales con mecanismos de épocas anteriores, cuando el personal se obligaba a cumplir con una serie de requisitos ahora llamados competencias que anulan el profundo desarrollo de talentos y encorsetan la evolución de dicho personal. Solo bastaría con mirarles a las caras para que nos devuelvan el reflejo de la insatisfacción del vacío y la precariedad.
Todo el sistema empresarial, desde su estructura y posicionamiento o estatus quo del mundo laboral deberán cambiar si se quiere conseguir resultados más optimistas. El patrón del líder todopoderoso que lo sabe todo como un padre autócrata y represivo deberá dejarse completamente en las antiguas fábricas de números y estadísticas y deberán reponerse con el VERDADERO DESARROLLO DE TALENTO DE LOS NUEVOS PROFESIONALES.
La guía, acompañamiento e implementación de estas nuevas estrategias deberán ser implementadas desde los mas profunda búsqueda de inclinación, vocación y respeto hacia todos y cada uno de los componentes de cualquier sistema de trabajo.
Desde el coaching en general y en particular desde el esencial podemos dar una visión de trabajo completamente posicionada y equipada con las herramientas para ello.